domingo, diciembre 04, 2005

¡Viva la Constitución! ¡Viva la libertad! ¡Viva la nación española!



El sabado por la mañana estuve en la concentración que el Partido Popular convocó en la madrileña Puerta del Sol.

D. Mariano Rajoy terminó su extraordinaria intervención con la frase que da título al presente artículo.

En la citada intervención, hizo incapié en lo siguiente, España no es una nación de naciones, es una nación de individuos:

La España que nació en 1978 conforma una sociedad moderna, y eso significa que ha destarrado conceptos y expresiones anteriores a la democracia. Nosotros no vivimos mirando hacia atrás. No escarbamos en el pasado ni para dividir a los españoles ni para desenterrar ejecutorias de privilegios.

No hablamos el lenguaje antiguo de los derechos históricos, las soberanías mediavales o los pueblos irredentos.

Nosotros defendemos los derechos individuales. Porque los integrantes de nuestra nación no son las tierras ni la historia: son la personas. Nos importan las tierras y la historia porque forman el marco de vida de las personas, pero el depositario de los derechos es el individuo. No formamos una nación de naciones, sino una nación de personas, de ciudadanos libres e iguales, y de individuos libres e iguales. Eso es lo que somos.


No somos un territorio, somos individuos.

¿Quien defiende que los derechos no los tienen las personas?

¿Quien defiende que los territorios tienen derechos?

Carod Rovira, seguro.

¿Su socio Zapatero también?