Por una vez y esperando que sirva de precedente el Rey se ha mojado defendiendo la legalidad constitucional. No ha estado equidistante. En su Mensaje Navideño el Rey ha defendido la Constitución sin rodeos recalcando que España es una Gran Nación (no un estado plurinacional, ni federal, ni demás zarandajas de procedencia socio-nacionalista):
España es una gran Nación. Las últimas décadas de nuestra historia no tienen precedentes en términos de paz, progreso y libertad. Nuestro modelo de convivencia se ha convertido en referencia para otros...
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No ha sido fácil llegar hasta aquí. Lo conseguido es fruto de los sacrificios de todos los españoles, que supieron superar rencores y divisiones, mirar al futuro y trabajar día a día para hacer de España el país moderno, justo y solidario del que podemos sentirnos orgullosos.
Es ampliamente mayoritario el convencimiento de que lo que hemos logrado se lo debemos a la reconciliación, a la concordia y al amplio consenso que permitieron alumbrar nuestra Constitución.
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Frente a las tensiones y las divisiones, debe prevalecer -por parte de todos- la firme determinación de intentar superarlas desde la moderación y el sosiego, mediante la búsqueda del más amplio consenso en el marco de las reglas, principios, y valores de nuestra Constitución. Todo lo que se ajuste a estas pautas será siempre más sólido, más seguro y, sobre todo, más integrador.
Y contra el Terrorismo nada de negociación:
Terminar con el terrorismo sigue siendo un objetivo prioritario e inaplazable. Sus instigadores, encubridores y autores materiales no han cejado en sus objetivos, amenazas y extorsiones. Su profunda crueldad está presente en las cicatrices de tantas familias de víctimas, a las que nos debemos y cuyo dolor nunca podremos compensar. Para acabar con esa lacra debemos incrementar nuestros esfuerzos, sabiendo que contamos con los instrumentos del Estado de Derecho, la acción de la Justicia y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y con una creciente cooperación internacional.
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