Acabo de leer en el panfleto izquierdista que trata de imitar a Libertad Digital, el Plural.com, la siguiente frase que atribuyen a Santiago Carrillo:
Que Carrillo, responsable al menos por omisión de la masacre de Paracuellos, salga ahora recordando el 36, intranquiliza un poquito.
La persona que fue consejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid en el año 1936, del que dependían directamente las personas encargadas de la custodia de los presos encarcelados en las prisiones de Madrid, durante el mes de noviembre de 1936 y que fueron fusilados y enterrados en fosas comunes, no puede desconocer que muchas de esas personas eran religiosos, y que fueron asesinados, unicamente, por su condición de católicos.
Haría bien, Carrillo, Doctor Horroris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid, en no azuzar a los fantasmas del pasado. No vaya a ser que ahora le quiten el Doctorado por volver a agitar a la izquierda contra los curas.
Lo cual, hemos de reconocer, que en su momento, lo hizo realmente bien. Lo malo es que la sangre derramada todavía le tiene manchadas las manos.
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