miércoles, junio 08, 2005

Zapatero se apunta a la doctrina Manjón

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Según leo en EL MUNDO el Sr. Presidente del Gobierno ha tenido la ocurrencia de decir lo siguiente:

No podemos saber cuál fue la última voluntad de las víctimas del terrorismo de ETA, pero tengo la profunda convicción de que la voluntad de la inmensa mayoría de los españoles es que no haya más víctimas de ETA.

En primer lugar manifiesta que no sabe cual es la última voluntad de las víctimas del terrorismo. Es decir, niega la condición de victima, no solo a los hermanos de los asesinados, como decía hace un par de días la Sra. Manjón, sino también a los hijos, padres y abuelos. Es decir, para el Sr. Zapatero, la Sra. Manjón, no es una victima del terrorismo.

¿Pero realmente no podemos saber la opinión de las victimas directas de los terroristas? (si es que un hijo huérfano con tres, cuatro, seis, doce, veinte años, una madre, un padre o un hermano de un asesinado no pueden considerarse victimas del terrorismo, lo cual dudo). Hay una serie de victimas directas de los atentados terroristas que han sufrido los atentados y que por no morir en los atentados dejan de ser victimas.

Existen multitud de mutilados, heridos tanto físicos como psíquicos, personas que han sufrido atentados, de las cuales, sabemos su opinión. El ejemplo más conocido es Dña. Irène Villa. ETA le arrancó las dos piernas en un atentado terrible. A su madre solo le arrancaron una.

Tenemos a Juan José Aliste Fernández, capitán del Ejercito de Tierra, que sufrió un atentado en Salamanca mediante el cual, ETA, también le arranco las dos piernas. Y muchas, muchas, personas más.

¿No se puede conocer su opinión? ¿Realmente no deben ser consideradas victimas del terrorismo?

En segundo lugar, el Sr. Zapatero dice que tiene la profunda convicción de que la voluntad de la inmensa mayoría de los españoles es que no haya más víctimas de ETA. Claro. Evidentemente.

¿Pero todos los españoles quieren acabar con ETA cediendo, aun cuando ETA entregue las armas, lo cual esta por ver?
El pasado sábado un millón de personas se manifestaron en apoyo a las victimas. Y el mensaje era claro: Negociación en mi nombre, no.

Según la doctrina zapateril anterior a las elecciones, cuando el pueblo se manifestaba a favor de las fosas comunes de Sadam y del gaseo de los Kurdos, el Presidente debe escuchar y atender la voz de la calle.

Ese pueblo que se manifestaba no alcanzaba ni mucho menos el millón de personas.

El millón de personas que se manifestó el otro día, el pueblo, quiere que ETA sea derrotada, que los terroristas cumplan las penas a las que fueron condenados y que paguen las indemnizaciones que correspondan.

Quieren que se aplique la ley. Ni más ni menos.

¿Atenderá Zapatero a la voz del pueblo?