jueves, diciembre 21, 2006

Carrillo recuerda algo de Paracuellos y EL PAÍS le advierte


En agosto de 2005 me hice eco de una entrevista en la que Santiago Carrillo, Consejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid en noviembre de 1936, desconocía incluso la existencia del pueblo de Paracuellos: ¿Dónde está Paracuellos?

Parece ser, que la memoría del Consejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid en el año 1936, del que dependían directamente las personas encargadas de la custodia de los presos encarcelados en las prisiones de Madrid, durante el mes de noviembre de 1936, se va a aclarando. Debe ser el paso de los años...
Resulta que sí estaba enterado del traslado de los presos. En una entrevista que apareció en el EL PAÍS SEMANAL dice Carrilo lo siguiente:
"Las tropas franquistas habían llegado a 200 metros de la Cárcel Modelo. Si liberaban a esos militares [prisioneros], decían los técnicos, significaba que quedaban libres dos cuerpos del Ejército, y se perdía Madrid. Y hubo que trasladarlos sin que tuviéramos la tranquilidad necesaria para una operación de ese tipo, ni fuerzas de seguridad para custodiarlos y protegerlos de las iras de la gente".
"Una vez iniciado el citado traslado fue cuando alguien sorprendió al convoy y lo atacó; los milicianos antifascistas que los custodiaban no se sintieron con valor para jugarse la vida salvando la de aquellos que al fin y al cabo eran sublevados. Y se produjo esa tragedia...".
Esa versión de los sucedido en noviembre de 1936 tendría sentido si los fusilamientos y posteriores enterramientos en fosas comunes se hubieran producido durante un solo día o a lo sumo dos. Pero ocurre lo siguiente: los fusilamientos y enterramientos de Paracuellos no fueron realizados durante un solo día. A esas cerca de CINCO MIL PERSONAS, se las fusiló y enterró en el periódo que abarca el 6 de noviembre de 1936 (fecha en que toma posesión como Consejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid) y el 3 de diciembre de 1936.
Con razón, Hermann Terstsch desde las mismás páginas le dice a Carrillo, que lo mejor que puede hacer es estar calladito pues , "la entrevista que Juan Cruz le hizo el domingo a Santiago Carrillo nos ofrecía unas claves sobre la matanza de varios miles de españoles que fue el gran ensayo de las matanzas estalinistas que saltaron a la URSS y a Katyn. Las declaraciones de Carrillo son casi una autoinculpación (...). No le habría pasado hace años, cuando aún presumía de su papel en la transición y no de supuestas glorias antifascistas. Como se descuide Carrillo, un traspiés en la piscina jurídica de la 'memoria histórica' en que chapotea Zapatero y puede verse, nonagenario, en un lío".
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