Via Crónicas Bárbaras me entero de una de las añoranzas de un redactor del GARA: Loco por el mundial, espalda diagonal, la rigidez física me permitió un extra de flexibilidad mental; me puse a ver el no-fútbol. Canales normales, para entendernos.
Entre tanta basura intelectual y tanta estupidez licenciada apenas entendía nada. Nada que no fueran unas enormes ganas por escuchar el estruendo de doscientos kilos de amonal. Dónde, por lo visto, les da absolutamente igual.
Añora el ruido del amonal al explotar. Los efectos, no parecen importarle:
Sigamos con el proceso de paz...
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